Es invierno. Estamos en una parada de autobús de un pequeño pueblo. La gente está esperando el autobús; mientras tanto, se habla. Al escuchar sus conversaciones, el espectador puede imaginar el mundo en el que viven. Unidos por el movimiento de la cámara, el lugar y la gente se entremezclan. La gente habla y la cámara sigue las conversaciones y los cotilleos. Losznitsa se centra en la multitud; allí, el cineasta promueve una cinta gradual y pausada donde encuentra todo tipo de personajes y situaciones que le permiten describir el ánimo del lugar y su gente. (FILMAFFINITY)