Medianoche | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
|
Sinopsis: | ||
|
Para muchos es el largometraje más destacado de Mitchell Leisen. Charles Brackett y Billy Wilder escriben el guión a partir de un argumento de Edwin Justus Mayer y Franz Shulz. Se rueda en los platós de Paramount Studios (Hollywood), salvo algunas tomas filmadas en Paris. Producida por Arthur Hornblow Jr (“Testigo de cargo”, Wilder, 1957), se estrena el 15-III-1939 (EEUU).
La acción dramática principal tiene lugar en Paris y Versalles a lo largo de dos días de 1938, con un epílogo final. Una corista norteamericana en paro, Eve Peabody (Colbert), llega a Paris en busca de trabajo. Conoce al taxista Tibor Czerni (Ameche), de origen húngaro, que se enamora de ella y la invita a cenar. Más tarde conoce a Georges Flammarion (Barrymore), que la ayuda a encontrar alojamiento, la invita a una fiesta en su mansión de Versalles y le propone que enamore a Jacques Picot (Lederer), amante de su mujer, Helene (Astor). Eve es sencilla, simpática, honesta e inteligente.
El film suma comedia y romance. Es el largometraje nº 12 (sobre un total de 41) de la filmografía del realizador. Contiene elementos de “screw comedy” o comedia alocada. La acción se apoya en un guión escrito con maestría. El ritmo es ágil e intenso. Los diálogos son rápidos, ocurrentes y chispeantes. El humor se basa en torpezas, confusiones, suplantación de identidades, falsas identidades, engaños, mentiras, embrollos, etc. También se apoya en situaciones inesperadas, sorprendentes, imprevisibles e insólitas (Eve llega a Paris en traje de noche y sólo lleva lo puesto). Se sirve, además, de ocurrencias hilarantes, sorpresas y comportamientos impropios (quitarse los zapatos durante un concierto). Añade elementos de burla, farsa y crítica mordaz, que focaliza en la estupidez humana, la presunción, la vanidad y la falsedad. No falta el recurso al absurdo, la incongruencia y la locura.
La historia hace referencia a varios trazos del cuento de Cenicienta: la chica pobre, las ayudas casi mágicas que recibe, la llegada del príncipe azul, el temor de que la medianoche rompa el hechizo de la buena suerte, etc. Divide la sociedad en dos grupos: la burguesía y las personas humildes. La burguesía es perezosa, inútil, tonta, vanidosa, infeliz y mentirosa. Las personas sencillas son solidarias, alegres y felices. La interpretación de Colbert es espléndida. Son convincentes las de Barrymore, Astor (embarazada), Lereder, etc. El vestuario es variado y deslumbrante. Ofrece imágenes de época (1938) de París, cuyas calles lucen entrañables modelos nuevos de coches Renault (Juvaquatre, Primaquatre, Vivaquatre...), Citroen (series Rosalie), Peugeot (series 200 y 300) y Rolls Royce. La concentración de taxistas recuerda un hecho histórico ocurrido en Paris durante el sitio de la ciudad en tiempos de la IGM.
Son escenas destacadas la del baile de la conga, la llamada telefónica a Budapest, la partida de bridge, la del desayuno durante el que Eve da a entender que su marido está loco y otras. La cinta es uno de los 700 films del período situado entre 1929 y 1949, que la Paramount vendió a la Universal en 1958. La obra incorpora diversos elementos que forman parte de las constantes de Billy Wilder, como el tren, la estación de tren, los coches flamantes (Rolls Royce), los nuevos modelos de coches, la suplantación de identidades, etc.
La música, de Frederick Hollander (“Sabrina”, Wilder, 1954), ofrece una partitura de composiciones festivas, alegres, divertidas y burlonas. Añade un fragmento de “Estudio nº 12” (Chopin) y de “La conga” (canción y baile cubano de origen africano). La fotografía, de Charles Lang (“Sabrina”), en B/N, crea planos de media y larga distancia, busca perspectivas generales, construye composiciones equilibradas y aporta una larga serie de lances de humor visual. (Miquel, FilmAffinity)
La acción dramática principal tiene lugar en Paris y Versalles a lo largo de dos días de 1938, con un epílogo final. Una corista norteamericana en paro, Eve Peabody (Colbert), llega a Paris en busca de trabajo. Conoce al taxista Tibor Czerni (Ameche), de origen húngaro, que se enamora de ella y la invita a cenar. Más tarde conoce a Georges Flammarion (Barrymore), que la ayuda a encontrar alojamiento, la invita a una fiesta en su mansión de Versalles y le propone que enamore a Jacques Picot (Lederer), amante de su mujer, Helene (Astor). Eve es sencilla, simpática, honesta e inteligente.
El film suma comedia y romance. Es el largometraje nº 12 (sobre un total de 41) de la filmografía del realizador. Contiene elementos de “screw comedy” o comedia alocada. La acción se apoya en un guión escrito con maestría. El ritmo es ágil e intenso. Los diálogos son rápidos, ocurrentes y chispeantes. El humor se basa en torpezas, confusiones, suplantación de identidades, falsas identidades, engaños, mentiras, embrollos, etc. También se apoya en situaciones inesperadas, sorprendentes, imprevisibles e insólitas (Eve llega a Paris en traje de noche y sólo lleva lo puesto). Se sirve, además, de ocurrencias hilarantes, sorpresas y comportamientos impropios (quitarse los zapatos durante un concierto). Añade elementos de burla, farsa y crítica mordaz, que focaliza en la estupidez humana, la presunción, la vanidad y la falsedad. No falta el recurso al absurdo, la incongruencia y la locura.
La historia hace referencia a varios trazos del cuento de Cenicienta: la chica pobre, las ayudas casi mágicas que recibe, la llegada del príncipe azul, el temor de que la medianoche rompa el hechizo de la buena suerte, etc. Divide la sociedad en dos grupos: la burguesía y las personas humildes. La burguesía es perezosa, inútil, tonta, vanidosa, infeliz y mentirosa. Las personas sencillas son solidarias, alegres y felices. La interpretación de Colbert es espléndida. Son convincentes las de Barrymore, Astor (embarazada), Lereder, etc. El vestuario es variado y deslumbrante. Ofrece imágenes de época (1938) de París, cuyas calles lucen entrañables modelos nuevos de coches Renault (Juvaquatre, Primaquatre, Vivaquatre...), Citroen (series Rosalie), Peugeot (series 200 y 300) y Rolls Royce. La concentración de taxistas recuerda un hecho histórico ocurrido en Paris durante el sitio de la ciudad en tiempos de la IGM.
Son escenas destacadas la del baile de la conga, la llamada telefónica a Budapest, la partida de bridge, la del desayuno durante el que Eve da a entender que su marido está loco y otras. La cinta es uno de los 700 films del período situado entre 1929 y 1949, que la Paramount vendió a la Universal en 1958. La obra incorpora diversos elementos que forman parte de las constantes de Billy Wilder, como el tren, la estación de tren, los coches flamantes (Rolls Royce), los nuevos modelos de coches, la suplantación de identidades, etc.
La música, de Frederick Hollander (“Sabrina”, Wilder, 1954), ofrece una partitura de composiciones festivas, alegres, divertidas y burlonas. Añade un fragmento de “Estudio nº 12” (Chopin) y de “La conga” (canción y baile cubano de origen africano). La fotografía, de Charles Lang (“Sabrina”), en B/N, crea planos de media y larga distancia, busca perspectivas generales, construye composiciones equilibradas y aporta una larga serie de lances de humor visual. (Miquel, FilmAffinity)