Más fuerte que la ley | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Sinopsis: | ||
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Primero de los dos films de Douglas Sirk para Columbia Pictures antes de firmar (1950) el contrato que le liga a la Universal hasta el final de su filmografía (1959). El guión, original de Samuel Fuller, es revisado y modificado por Helen Deutsch. Se rueda en escenarios reales de L.A. y en los platós de Columbia Studios. Producido por S. Sylvan Simon y Helen Deutsch (no acreditados) para Columbia, se estrena el 25-I-1949 (EEUU).
La acción dramática tiene lugar en L.A, San Diego y otras localidades de CA, entre los meses de marzo y agosto de 1948. Griff Marat (Wilde), hijo de inmigrantes italianos, es un eficiente y estricto funcionario judicial encargado de la tutela de convictos en situación de libertad provisional. Jenny Marsh (Knight), una joven que ha pasado 5 años en prisión por asesinato es puesta bajo su custodia. La relación entre los dos deriva gradualmente en amor y propósitos de matrimonio. Sus planes se ven obstaculizados por las interferencias del antiguo amante de Jenny, el empresario de apuestas ilegales Harry Wasson (Baragrey). Griff es un riguroso cumplidor de la ley, trabaja con diligencia y empeño y trata de ayudar a sus pupilos tanto como puede. Jenny es elegante, inteligente, desea conseguir cuanto antes la libertad plena, pero se siente deudora de los favores y atenciones que ha recibido y recibe de Harry. Éste es un personaje turbio, egoísta, manipulador y sin escrúpulos, que utiliza a Jenny en su provecho. Él fue quien la indujo a cometer el asesinato en beneficio de sus intereses.
El film suma crimen, cine negro, drama, romance y crítica social. Douglas Sirk acepta el encargo por el tema que trata la película: la superación y rechazo de tabúes. En el film los tabús más visibles son los relacionados con la licitud de las relaciones prematrimoniales, las relaciones plenas de las parejas de hecho (sin matrimonio), la primacía del amor verdadero sobre las restricciones civiles y religiosas, el derecho de la mujer (igual que el del hombre) de romper las relaciones de pareja cuando se extingue el amor, la igualdad de hombre y mujer, el derecho de defender el amor contra prohibiciones basadas en estereotipos anacrónicos y prejuicios, etc.
El guión, de Sam Fuller es realista, sincero y crítico. Con él se siente identificado el realizador, que muestra su disconformidad con los cambios que en el mismo introduce Helen Deutsch por cuenta de la productora, en especial por lo que respecta al final. Pese a ello, la historia se desarrolla con fluidez, intensidad y un refrescante y atinado sentido crítico. Defiende el amor verdadero y la preeminencia de sus valores.
Denuncia la arbitrariedad e inconveniencia de las medidas restrictivas que se imponen a los beneficiarios de situaciones de libertad vigilada o condicional, como la prohibición de contraer matrimonio, hacer uso de tarjetas de crédito, cambiar de domicilio y de trabajo sin autorización previa, etc. Denuncia también el conjunto de prejuicios, tabús, prohibiciones y sanciones legales, religiosas y sociales, vigentes en el momento de realización del film, cuya enumeración produce en el ciudadano actual sentimientos de rubor y perplejidad.
Como es habitual en Sirk, la mujer ocupa una posición central. Ella es la que impulsa la acción y la que marca la dirección de los acontecimientos. Por lo demás, en el film tienen una gran importancia elementos narrativos tan gratos a Sirk como los símbolos, las metáforas, las escaleras, los ascensores, la decoración de la vivienda, el uso de la luz, la composición de las imágenes, etc. En este caso abundan las escaleras, símbolos de desequilibrios, tensiones, desacuerdos y conflictos. Las metáforas (argumento de la película que ven en el cine) anticipan la acción posterior y explicaciones de la misma. La ceguera de la Sra. Marat hace funciones de alegoría de la confusión y ofuscación que embargan a los protagonistas. La decoración de la casa de Griff explica el sentido del orden, el respeto a las convenciones sociales y la religiosidad de la familia y del propio Griff.
Tiene gran importancia el uso de la luz como elemento de construcción de las imágenes. El tono expresionista de la cinta se diferencia del claroscuro del expresionismo en boga. Utiliza la luz como factor de definición de un dibujo de apariencia clasicista, que crea desequilibrios, formas descompensadas y sombras descompuestas. Es interesante observar con atención el extraño orden, las formas distorsionadas y los diferentes niveles en que se sitúan las sombras en el despacho de Griff, en el garito de las apuestas, en la magnífica escena de apertura, etc. Las imágenes manieristas de Sirk presentan puntos de fuga a través de ventanales, espejos, desniveles y sombras descompuestas. Con estos y otros elementos se crean eficaces percepciones de inquietud, temor, preocupación y ansiedad.
Patricia Knight y Cornel Wilde llevaban 13 años de matrimonio en 1949. Trabajan sin alardes interpretativos, pero con corrección. La presencia de ella deviene imponente en varias escenas. John Baragrey entrega un buen trabajo de malvado y explotador. Pese a no formar parte de los films más conocidos de Sirk, la película es entretenida y deja en el espectador sensaciones de satisfacción proporcionadas a una pieza bien realizada, emocionante y de calidad notable.
La banda sonora, de Georg Dunning (“Picnic”, Logan, 1955), ofrece una partitura extensa, de fuerte ritmo, que cumple funciones de acompañamiento y refuerzo del dramatismo del relato.
La acción dramática tiene lugar en L.A, San Diego y otras localidades de CA, entre los meses de marzo y agosto de 1948. Griff Marat (Wilde), hijo de inmigrantes italianos, es un eficiente y estricto funcionario judicial encargado de la tutela de convictos en situación de libertad provisional. Jenny Marsh (Knight), una joven que ha pasado 5 años en prisión por asesinato es puesta bajo su custodia. La relación entre los dos deriva gradualmente en amor y propósitos de matrimonio. Sus planes se ven obstaculizados por las interferencias del antiguo amante de Jenny, el empresario de apuestas ilegales Harry Wasson (Baragrey). Griff es un riguroso cumplidor de la ley, trabaja con diligencia y empeño y trata de ayudar a sus pupilos tanto como puede. Jenny es elegante, inteligente, desea conseguir cuanto antes la libertad plena, pero se siente deudora de los favores y atenciones que ha recibido y recibe de Harry. Éste es un personaje turbio, egoísta, manipulador y sin escrúpulos, que utiliza a Jenny en su provecho. Él fue quien la indujo a cometer el asesinato en beneficio de sus intereses.
El film suma crimen, cine negro, drama, romance y crítica social. Douglas Sirk acepta el encargo por el tema que trata la película: la superación y rechazo de tabúes. En el film los tabús más visibles son los relacionados con la licitud de las relaciones prematrimoniales, las relaciones plenas de las parejas de hecho (sin matrimonio), la primacía del amor verdadero sobre las restricciones civiles y religiosas, el derecho de la mujer (igual que el del hombre) de romper las relaciones de pareja cuando se extingue el amor, la igualdad de hombre y mujer, el derecho de defender el amor contra prohibiciones basadas en estereotipos anacrónicos y prejuicios, etc.
El guión, de Sam Fuller es realista, sincero y crítico. Con él se siente identificado el realizador, que muestra su disconformidad con los cambios que en el mismo introduce Helen Deutsch por cuenta de la productora, en especial por lo que respecta al final. Pese a ello, la historia se desarrolla con fluidez, intensidad y un refrescante y atinado sentido crítico. Defiende el amor verdadero y la preeminencia de sus valores.
Denuncia la arbitrariedad e inconveniencia de las medidas restrictivas que se imponen a los beneficiarios de situaciones de libertad vigilada o condicional, como la prohibición de contraer matrimonio, hacer uso de tarjetas de crédito, cambiar de domicilio y de trabajo sin autorización previa, etc. Denuncia también el conjunto de prejuicios, tabús, prohibiciones y sanciones legales, religiosas y sociales, vigentes en el momento de realización del film, cuya enumeración produce en el ciudadano actual sentimientos de rubor y perplejidad.
Como es habitual en Sirk, la mujer ocupa una posición central. Ella es la que impulsa la acción y la que marca la dirección de los acontecimientos. Por lo demás, en el film tienen una gran importancia elementos narrativos tan gratos a Sirk como los símbolos, las metáforas, las escaleras, los ascensores, la decoración de la vivienda, el uso de la luz, la composición de las imágenes, etc. En este caso abundan las escaleras, símbolos de desequilibrios, tensiones, desacuerdos y conflictos. Las metáforas (argumento de la película que ven en el cine) anticipan la acción posterior y explicaciones de la misma. La ceguera de la Sra. Marat hace funciones de alegoría de la confusión y ofuscación que embargan a los protagonistas. La decoración de la casa de Griff explica el sentido del orden, el respeto a las convenciones sociales y la religiosidad de la familia y del propio Griff.
Tiene gran importancia el uso de la luz como elemento de construcción de las imágenes. El tono expresionista de la cinta se diferencia del claroscuro del expresionismo en boga. Utiliza la luz como factor de definición de un dibujo de apariencia clasicista, que crea desequilibrios, formas descompensadas y sombras descompuestas. Es interesante observar con atención el extraño orden, las formas distorsionadas y los diferentes niveles en que se sitúan las sombras en el despacho de Griff, en el garito de las apuestas, en la magnífica escena de apertura, etc. Las imágenes manieristas de Sirk presentan puntos de fuga a través de ventanales, espejos, desniveles y sombras descompuestas. Con estos y otros elementos se crean eficaces percepciones de inquietud, temor, preocupación y ansiedad.
Patricia Knight y Cornel Wilde llevaban 13 años de matrimonio en 1949. Trabajan sin alardes interpretativos, pero con corrección. La presencia de ella deviene imponente en varias escenas. John Baragrey entrega un buen trabajo de malvado y explotador. Pese a no formar parte de los films más conocidos de Sirk, la película es entretenida y deja en el espectador sensaciones de satisfacción proporcionadas a una pieza bien realizada, emocionante y de calidad notable.
La banda sonora, de Georg Dunning (“Picnic”, Logan, 1955), ofrece una partitura extensa, de fuerte ritmo, que cumple funciones de acompañamiento y refuerzo del dramatismo del relato.
Bibliografía
Manuel MÁRQUEZ CÓRDOBA, “Más fuerte que la ley”, ‘El glob de Manuel’, 14-XII-2006.
(Miquel, FilmAffinity)
Manuel MÁRQUEZ CÓRDOBA, “Más fuerte que la ley”, ‘El glob de Manuel’, 14-XII-2006.
(Miquel, FilmAffinity)